Esa manipulación mediática tiene como objetivo arrasar nuestras filas y provocar miedo a quienes se interesan por formar parte de ellas. Por ello es necesario plantear el problema desde nuestros dominios y ser críticos con nosotros mismos.
Día a día escuchamos en nuestras filas que solo se habla mal de nosotros en los medios y nunca de los antifascistas ( esa eterna piedra en el zapato). Pero, ¿ a qué niveles somos culpables?. Seguramente en la mayoría. Somos los primeros en dar publicidad sobre noticias que nos dañan, de modo que nos hacemos partícipes en la tirada de piedras a nuestro tejado. Los individuos de extrema izquierda tienen sus propios problemas y nunca nos enteramos de ellos.
Un Ejemplo claro de noticia dañina es la reforma del código penal propuesta por el pro-sionista, fato y ``tonto a las tres´´ de Gallardón, noticia que inicialmente no tuvo demasiado peso, pero que ahora y gracias a nuestro poco criterio censor cimentó con fuerza.
Desde la creación de CEDADE en 1966 a la década de los 90, el movimiento estaba totalmente blindado de modo que los periodistas tenían que sudar la camiseta para poder sacar algo en claro. Pero ahora solo tienen que conectarse a CUALQUIER red social para obtener información sin pestañear y lo que es más habitual, pueden escoger noticias que nos dañan porque se las dejamos seleccionas.
La solución es sencilla, no dar publicidad y ser censores sobre noticias que hagan mella en el casco de nuestro gran barco y desde luego ser un poco críticos con lo que decimos y dejamos de decir ( para ello hay que formarse culturalmente) ya que aunque seamos entes individuales atendemos a una razón mayor y/o lucha común. Si tropieza uno caemos todos.
AHTR
