jueves, 12 de septiembre de 2013

Entrevista a Ernesto Milá Rodriguez.

Esta vez , hemos  tenido el placer de entrevistar a una de las personas mas carismáticas del movimiento Social y Nacional Español , Ernesto Milá Rodriguez. Ha formado parte de movimientos muy interesantes como PENS (Partido Español Nacional Socialista) asi como Fuerza Nueva.
Una persona que nos puede hablar desde  la experiencia y el conocimiento como muy pocos. Actualmente redacta un blog llamado Infokrisis (  http://infokrisis.blogia.com ) , denunciando abiertamente las injusticias que este sistema opresor , impone sobre el pueblo Español. Tambien es escritor publicando un libro muy interesante llamado Ultra memorias donde recoge todas sus vivencias en torno a la política.






 ¿Cuál fue la iniciativa por la que usted decidió entrar en la lucha política que emprendió hace ya tantos años?
 En 1968, casi todos los jóvenes queríamos sentirnos miembros de una tribu urbana. En aquel tiempo, los partidos equivalían a las actuales tribus urbanas. Tenía la idea a los 16 años de que la lucha política equivalía a una gran aventura. A esa edad uno tiene el derecho de equivocarse… Donde no hay aventura, hay tedio.
¿Cuáles han sido sus mayores referentes ideologicos a la hora de confeccionar su actual pensamiento político?
Por este orden: Julius Evola, René Guénon, los textos de la Nouvelle Droite, la lectura de las Obras Completas de José Antonio y el “primer Thiriart”.
¿Cómo se define usted en el ámbito religioso?
Agnóstico que sigue y practica la filosofía Zen.
¿Qué libros aconseja usted al actual militante que quiere enriquecer su conocimiento histórico y político?
No me atrevería a aconsejar desconociendo los parámetros de quien recibe el consejo. Pero, genéricamente, recomendaría estar bien informado sobre la actualidad política (Internet es hoy una herramienta esencial para ello), tener una cultura general aceptable (que antes la daba el discreto bachillerato del franquismo), mantener viva siempre cierta curiosidad intelectual (lo que implica que uno puede buscar siguiendo su propio instinto) y, cualquier cosa que se lea, hacerlo con espíritu crítico.
¿Cuál cree que es actualmente el mayor enemigo del pueblo europeo y en general de todos los pueblos del mundo?
Sin duda, la globalización económica y el mundialismo.
¿En que punto encuentra usted la esperanza de Europa y España?
La Unión Europea ha decepcionado a todos y al final ha terminado siendo un intento franco-alemán para convertir al resto de Europa en su periferia; los nacionalismos siguen en pie con lo que la colaboración entre distintas naciones europeas, aun siendo necesaria, me parece que no pasará en mucho tiempo de la colaboración en determinadas actividades situadas siempre en el plano económico. Europa desde 1945 debería servir para superar la “dimensión nacional” de los actuales Estados que, obviamente, ya no están en condiciones de sobrevivir frente a las grandes potencias, ni siquiera frente a las grandes corporaciones transnacionales. Pero esta perspectiva está hoy extremadamente lejos; quizás mucho más lejos que hace 30 ó 40 años. La decepción generada por la UE a puesto en crisis la idea europea. La persistencia de los nacionalismos no ayuda a caminar a esa dirección y el hecho de que existan varios grupos en el Parlamento Europeo que comparten ideales y programas parecidos pero que ni siquiera son capaces de converger en un solo grupo da idea de que las barreras nacionalistas siguen alzadas. Me siento europeo, pero veo remota la posibilidad de construir Europa. Por primera vez en la historia, la grandeza de este tiempo reside en que no hay esperanza que ayude a mantenerse en pie. Estamos en pleno nihilismo y no hay clavos ardiendo a los que asirse. Quien se mantenga en pie será porque es fuerte, no porque espere nada de la situación ni en España ni en Europa.
¿Qué consejo daría a todas las organizaciones de carácter patriótico e identitario a nivel de lucha?
En primer lugar que se hagan a la idea de que son formaciones provisionales que sufrirán muchas transformaciones (así que no se aferren con una sigla o con una estética o con una bandera, pronto verán que todo esto es provisional y va cambiando); que distingan siempre entre lo que es doctrina y lo que es aplicación práctica de esa doctrina, esto es, programa político; que distingan entre doctrina, objetivos y estrategia; y sobre todo que no sean excesivamente optimistas: el techo de lo que puede hacerse hoy no es muy alto en la medida en que las fuerzas a las que estas organizaciones se enfrentan son extremadamente potentes e interrelacionadas entre sí. Por emplear palabras de Guénon, lo que se está produciendo hoy es una “solidificación del mundo”: en efecto, cada vez es más difícil cambiarlo. La paradoja consiste en que contra más se solidifica el mundo, su estructura interior varía a mayor velocidad. Es justo lo que ocurre cuando algo fluido cristaliza. Creo que es más posible que la modernidad desaparezca por una crisis interna que por la acción de los grupos que trabajan contra ella. Así pues, debemos prepararnos para tener paciencia y contemplar una lucha de larga duración como actuar ante la posibilidad de un desplome de la modernidad.
Si un partido afín a nuestra ideología política tomase el poder ¿Cuál según su criterio debería ser la primera medida que este debería tomar?
La toma del poder en un país concreto serviría de poco a la vista del entramado actual de leyes y pactos que ligan a cada Estado Nacional con la Unión Europea. Así pues, solamente un ascenso paralelo de los movimientos identitarios en toda Europa y la superación de las barreras nacionalistas existentes hoy, permitirían tomar medidas políticas efectivas. La primera de todas desvincularse progresivamente de la globalización y proponer un “espacio económico europeo” con relaciones preferenciales con Rusia. Lo que equivaldría a salir de la OTAN o a proponer su disolución.
¿Cómo ve usted la situación de Palestina y en general el acoso que están viviendo todos los países de oriente medio por parte del Sionismo y sus secuaces?
De la actual crisis económica solamente se saldrá con una guerra, tal como ocurrió con la crisis de 1929. El único escenario posible para esa guerra es Oriente Medio y a eso tiende la crisis de Siria. De todas formas, el objetivo no es tanto Siria como Irán. Políticamente Palestina pesa muy poco y tiene poco interés en el momento político actual, incluso para el propio Estado de Israel. Los palestinos han demostrado en más de medio siglo incapacidad para organizarse políticamente y hacerse respetar por los Estados Árabes, siendo siempre títeres de unos o de otros y en la actualidad tan solo aspiran a beneficiarse de que una crisis general en la zona les pueda ayudar a tener un Estado propio. En el momento en el que Irán anuncie su primera arma nuclear, el panorama de Oriente Medio cambiará, Israel ya no podrá actuar como el gendarme de la zona y portaviones de los EEUU en Oriente Medio. De ahí el interés en evitar que Irán tenga armas nucleares. Sin olvidar que el Israel de 2013 ya no es el de 1967 y que, tanto su composición étnica interior, como la efectividad de sus fuerzas armadas han cambiado extraordinariamente en los últimos 20 años. A tener en cuenta igualmente que para el judaísmo norteamericano, Israel empieza a ser demasiado caro de mantener y que cada vez hay más judíos no sionistas e incluso antisionistas partidarios de dejar a su suerte al Estado de Israel. En definitiva, la situación es extremadamente compleja y explosiva. Soy partidario de que el mundo árabe resuelva de la manera que sea sus cuentas pendientes con Israel y que ese conflicto afecte lo menos posible a Europa. Me resulta imposible tomar partido por Israel; pero la posición de apoyo a los árabes con la contrapartida del cierre de fronteras a la inmigración musulmana a Europa, es insostenible y no sería entendida por nadie. Así pues, defiendo que los europeos nos preocupemos de Europa y de mantener alejada la contaminación de un conflicto localizado en Oriente Medio (ya se encargará la OTAN y nuestros gobiernos que comen de la mano de EEUU implicarnos en el conflicto…).
¿Cuál cree que es el objetivo del nuevo orden mundial?
El primero de todos, lograr una economía mundial globalizada en la que una pequeña cúspide de financieros, banqueros y directivos de fondos de inversión, controlan más recursos que cualquier Estado y toman las decisiones. Pero hay otra línea representada por especialmente por la UNESCO y la ONU (que, contrariamente a lo que se tiene tendencia a pensar son grupos funcionariales unidos por los mismos objetivos) que tiende al mundialismo entendido como un “humanismo universalista” del que en España, personajes como Zapatero o Mayor Zaragoza han sido sus máximos exponentes. La primera línea busca una globalización económica, la segunda tiende a una globalización ideológica y política. El Club de Bildelberg especialmente, y otras organizaciones de este tipo, son los foros de intercambio de información y adopción de “tendencias” para alcanzar el objetivo económico y el político. En las esferas mundialistas el debate actual es si los tiempos ya están maduros para un “gobierno mundial” y no hay unanimidad. Por otra parte, hay que recordar que la principal característica del NOE, contrariamente a lo que algunos conspiranoicos creen, es que no está dirigido por nadie, sino que el sistema económico, como fría maquinaria regida por la ley de la máxima optimización de los beneficios, es una estructura que ha cobrado vida propia y que ya no es controlada por nadie, ni siquiera por quienes aspiran a ser sus gestores y tienen los recursos para ellos. La economía globalizada se ha convertido en aquel ordenador de la película de ciencia ficción que se revela y impone sus frías reglas escapando a cualquier control.  
Digamos su opinión sobre los siguientes personajes históricos 
Mussolini: ¿Su atractivo? Ser un agitador dotado de una singular capacidad de síntesis. ¿Su error? Obvio: no eliminar a la monarquía de los Saboya en cuanto pudo.
José Antonio: ¿Su atractivo? Alguien que recorrió en seis años el camino de la monarquía al personalismo pasando por el fascismo. ¿Su error? El que no siempre su pensamiento y su acción iban parejos.
Hitler: ¿Su atractivo? El más portentoso destino del siglo XX con sus aciertos y sus errores, una voluntad de hierro y alguien que logró eliminar su personalidad e identificarse con Alemania. ¿Su error? La operación Barbarroja.
Franco: ¿Su atractivo? hábil militar y político pragmático que jugó con falangistas, nacional-católicos, opusdeistas, recurriendo a ellos cada vez que convenía. ¿Su error? Crear un escuálido capitalismo español que para expandirse generó la transición.
Ernst Röhm: ¿Su atractivo? un militar que vio en Hitler alguien que se movía bien en un terreno que a él le fue imposible penetrar: la política. En él emerge la figura del viejo condotiero. ¿Su error? Obsesionarse con que las SA serían el nuevo ejército alemán. Nunca he creído que traicionase a Hitler.
Ramiro Ledesma:¿Su atractivo? Doctrinario del nacionalsindicalismo y el primero que le dio una formulación orgánica. Hombre de ideas claras tanto a nivel estratégico como a nivel doctrinal. Lamento profundamente que hoy su figura sea tan mal interpretada. ¿Su error? La escisión de Falange (a la que fue empujado por otros) y que le hizo perder un año hasta poder reconstruir de nuevo la relación con José Antonio.
Y ahora sobre los siguientes personajes y movimientos políticos mas contemporáneos: 
Amanecer Dorado.- La respuesta de las clases populares a la crisis y a la inmigración masiva que sufre Grecia.
Al Assad.- El último gobernante laico del mundo árabe cuyo primer gran líder fue Nasser.
Mahmud Ahmadineyahd.- Un buen gobernante para Irán cuyo objetivo era la transformación de su país en potencia regional.
Le Pen.- El padre un nacionalista clásico, la hija mucho más abierta y consciente de que los tiempos han cambiado.
Putin.- El hombre que ha reconstruido Rusia como potencia mundial.
Casa Pound. Una experiencia intransferible a otros horizontes.
¿Qué puntos rescataría usted de la izquierda y la derecha en su trasfondo ideológico?
Se suele decir lo de que la izquierda tiene un aspecto “social” y la derecha un aspecto “nacional” que merecen ser rescatados. Personalmente no lo creo: hoy la derecha y la izquierda son las dos caras de una misma moneda… de una moneda falsa. Creo que desde los años 60 han desaparecido los ideales específicos “de derechas” y “de izquierdas”, las fronteras doctrinales se han desdibujado tanto que los programas son intercambiables. No creo que valga la pena rescatar nada en el siglo XXI de estas clasificaciones que aparecieron a principios del siglo XIX, sino arrojar ambos conceptos al basurero de la historia. 
¿Considera usted un enemigo actual el Marxismo desde el punto de vista político?
Desde principios de los años 80 el marxismo perdió la iniciativa cultural, eufemismo para decir que “pasó de moda”. Hoy ha desaparecido casi completamente del escenario político incluso en formaciones de extrema-izquierda. En el PSOE no quedan marxistas ni siquiera a título póstumo; en IU casi se pueden contar con los dedos de la oreja; la extrema-izquierda tiene más de anarquista que de marxista. Hace décadas que no encuentro a ningún interlocutor que se declare marxista y que, haciéndolo, conozca lo esencial de la doctrina diseñada por Marx y aplicada por Lenin. Y es que el marxismo es demasiado complejo para que hoy cuente con partidarios intelectualmente preparados… el anarquismo, en cambio, en su rústica simplicidad, es más fácilmente asimilable a la vista del proceso de aculturización de la gente de izquierdas, especialmente joven. Dicho de otra manera: para ser anarquista bata decir “a mí no me manda nadie”, mientras que ser marxista es mucho más complejo.
¿Desea exponer algo que no hayamos citado en la entrevista?
Pues sí, que resulta extremadamente difícil condensar en pocas líneas unas respuestas a las preguntas que habéis formulado y que precisarían libros enteros para contestarlas.

Un placer y muchas gracias Ernesto por tu colaboración. 



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